La integración del modelo de software como servicio en los sistemas información empresarial han evolucionado rápidamente en la última década. Esperamos que estos cambios se aceleren durante esta década como resultado de las nuevas tendencias en la informática empresarial. La tecnología de la información y comunicación (TIC) sigue siendo estratégicamente importante para las organizaciones en el siglo XXI, a pesar de la tendencia predominante de externalizar y los procesos comerciales relacionados.
Existen varias tendencias importantes que incluyen la transición hacia el modelo de software como servicio (SaaS) para aplicaciones empresariales, un mayor compromiso con la orientación a procesos y un énfasis en la gestión de la relación entre el negocio y las tecnologías de la información y comunicación así como el desarrollo de aplicaciones web a la medida.
Estas tendencias conducen a una gestión más efectiva de las tecnologías y a una integración más estrecha de las TIC con las actividades emprendedoras y los procesos comerciales en las organizaciones, lo que resulta en mejoras en el retorno de la inversión. Estas tendencias suelen tener un impacto dramático tanto en los proveedores como en los usuarios y exigirán una reevaluación del enfoque de la educación en TIC, ya que tanto la composición como las calificaciones de la fuerza laboral en TIC experimentarán un cambio fundamental.
El costo de las soluciones de tecnologías de la información y comunicación, junto con la rápida evolución del hardware y software que requiere actualizaciones frecuentes y a menudo costosas, ha llevado a algunos observadores a concluir que la inversión en tecnología de la información no proporciona una ventaja competitiva a las organizaciones y, en algunos casos, puede restar valor al núcleo del negocio en el que la organización está involucrada.
Nicolas Carr, en su artículo titulado «IT Doesn’t Matter» (La tecnología de la información no importa), generó una discusión amplia sobre los beneficios de la tecnología de la información en el contexto de la informática empresarial y el modelo de software como servicio. Además, sostiene que «la tecnología de la información está pasando de ser un activo que las empresas poseen a ser un servicio que compran».
Carr predice un cambio trascendental desde el actual entorno de informática empresarial basado en la propiedad de la infraestructura de tecnologías de la información y comunicación y software con licencia, hacia el mundo de la informática como servicio, donde los servicios de software se entregan a las organizaciones desde un centro de datos remoto de manera similar a la electricidad.
No hay duda de que la informática empresarial está experimentando una transición dramática impulsada por organizaciones que buscan maneras de reducir el costo de las soluciones de tecnologías de la información y comunicación implementando el modelo de software como servicio, al mismo tiempo que buscan aumentar la eficacia respaldo de sus objetivos comerciales.
Entre las alternativas que están ganando cada vez más popularidad se encuentran diversas formas de externalización, incluido el modelo de software como servicio (SaaS) con aplicaciones empresariales y la infraestructura correspondiente alojada por un proveedor externo de servicios de aplicaciones.
La informática empresarial está siendo transformada desde el modelo tradicional basado en software con licencia e instalado en el lugar hacia modelos basados en suscripción, donde el software se entrega como servicio por proveedores externos.
Si se analizan a detalle estas tendencias se llega fácilmente a la conclusión de que el modelo SaaS se convertirá en una forma dominante de proporcionar aplicaciones empresariales en el futuro cercano y que el uso de servicios de información proporcionados externamente dará forma al mercado de las tecnologías de la información y comunicación y determinará las decisiones de gestión sobre la implementación dichas tecnologías, sin embargo es importante señalar algunos puntos relevantes para tomar con precaución dichas conclusiones.
La comparación directa de los servicios de tecnologías de la información y comunicación (TIC) con el suministro de electricidad por parte de las empresas de servicios públicos pasa por alto la relación bastante compleja entre las aplicaciones de software y los procesos comerciales que estas aplicaciones respaldan o implementan, tratando las TIC de manera aislada de las actividades empresariales y la cultura de la empresa.
En general, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) tienen una influencia importante en la efectividad de los procesos comerciales y en el éxito del modelo de negocios. La ventaja competitiva surge de la estrecha integración con los procesos comerciales y las actividades empresariales dentro de la organización. El carácter único de la combinación de un producto o un servicio con la infraestructura de TIC y las aplicaciones comerciales de soporte puede proporcionar un valor comercial significativamente más alto o un menor costo, otorgando a la empresa una ventaja estratégica.
Se puede argumentar que el hardware, los sistemas operativos y algunos tipos de aplicaciones (por ejemplo, aplicaciones de oficina) tienen características de una mercancía, pero las aplicaciones empresariales como la planificación de recursos empresariales (ERP), la gestión de relaciones con el cliente (CRM) y la inteligencia empresarial (BI) requieren una personalización extensa y una integración con otras aplicaciones empresariales, lo que puede crear una ventaja estratégica para una organización.
Si bien hay algunos tipos de aplicaciones que ya no ofrecen una ventaja estratégica a las organizaciones sobre sus competidores (por ejemplo, correo electrónico, aplicaciones de automatización de oficinas, etc.), hay muchos otros tipos de aplicaciones que respaldan procesos comerciales especializados que son la verdadera fuente de ventaja competitiva.
Es importante diferenciar entre aplicaciones que respaldan procesos comerciales (por ejemplo, operaciones internas, logística, CRM, etc.) y aplicaciones que implementan directamente procesos comerciales, es decir, donde el proceso existe solo en forma de software (por ejemplo, banca electrónica, telefonía móvil, etc.). Las aplicaciones que respaldan procesos comerciales pueden generar una ventaja competitiva cuando se combinan con procesos comerciales especializados y conocimientos dentro de una organización.
Se puede concluir que hoy en día no se puede lograr una ventaja estratégica simplemente implementando nueva tecnología. Sin embargo, la ventaja estratégica puede derivarse de la estrecha integración de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) con los procesos comerciales y las actividades empresariales de la organización, lo que genera un entorno que facilita respuestas rápidas a eventos comerciales importantes, al tiempo que reduce los costos y aumenta la calidad de productos y servicios.