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Ley de inteligencia artificial: El Consejo y el Parlamento de la Unión Europea alcanzan un acuerdo.


Ley de inteligencia artificial: El Consejo y el Parlamento de la Unión Europea alcanzan un acuerdo sobre las primeras normas para la inteligencia artificial en el mundo.

Después de intensas conversaciones que se prolongaron durante tres días, la presidencia del Consejo y los negociadores del Parlamento Europeo lograron alcanzar un acuerdo provisional en relación con la propuesta de regulaciones armonizadas sobre inteligencia artificial (IA), también conocida como la ley de inteligencia artificial.

La propuesta normativa busca asegurar que los sistemas de inteligencia artificial introducidos en el mercado europeo y empleados en la UE sean seguros y respeten los derechos fundamentales y los valores de la Unión Europea.

Además de ser una propuesta histórica, tiene como objetivo fomentar la inversión y la innovación en el campo de la inteligencia artificial en Europa.

Cuando la propuesta inicial de la Ley de Inteligencia Artificial se presentó en abril de 2021, su objetivo primordial era abordar los «nuevos riesgos o posibles consecuencias negativas para individuos o la sociedad» que pudieran derivarse de la inteligencia artificial.

La legislación estaba enfocada en herramientas que ya estaban en uso en sectores como la policía, el reclutamiento laboral y la educación.

No obstante, a pesar de que la intención general del proyecto de ley permaneció constante, la tecnología de inteligencia artificial experimentó cambios significativos y rápidos.

Las normativas propuestas no estaban adecuadamente diseñadas para abordar el desarrollo de sistemas de propósito general ampliamente reconocidos, como los modelos base, incluida la tecnología que respalda a ChatGPT de OpenAI, lanzado en noviembre de 2022 y que experimentó una sorprendente popularidad.

Francia, Alemania e Italia buscaron acuerdos de último momento para los modelos esenciales de inteligencia artificial.

Estas naciones, tres de las principales economías europeas, comenzaron a presentar obstáculos en las negociaciones en noviembre debido a la inquietud de que restricciones rigurosas pudieran mermar la innovación y perjudicar a las startups que desarrollan modelos fundamentales de inteligencia artificial en sus respectivas jurisdicciones.

Estas inquietudes entraron en conflicto con legisladores de la Unión Europea que abogaban por la implementación de regulaciones rigurosas sobre el uso y desarrollo de la inteligencia artificial.

Este contratiempo de último momento arrojado a las negociaciones del Acta de Inteligencia Artificial contribuyó a los retrasos en llegar a un acuerdo, aunque no fue el único punto de conflicto.

El Acta de Inteligencia Artificial representa una destacada iniciativa legislativa con el potencial de estimular el desarrollo y la adopción de inteligencia artificial segura y confiable en el mercado único de la Unión Europea, tanto por parte de actores privados como públicos.

El concepto central es regular la inteligencia artificial considerando su potencial para causar perjuicio a la sociedad mediante un enfoque «basado en riesgos»: a mayores riesgos, se aplicarán normativas más rigurosas.

Siendo la primera propuesta legislativa de su índole en el mundo, tiene el potencial de establecer un estándar global para la regulación de la inteligencia artificial en otras jurisdicciones, al igual que lo hizo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), fomentando de esta manera el enfoque europeo en la regulación tecnológica a nivel mundial.

El Acta de Inteligencia Artificial representa una iniciativa legislativa de gran relevancia, con el potencial de impulsar el desarrollo y la implementación de inteligencia artificial segura y confiable en el mercado único de la Unión Europea, tanto por parte de entidades privadas como públicas.

El concepto central consiste en normar la inteligencia artificial considerando su potencial para ocasionar perjuicio a la sociedad, siguiendo un enfoque «basado en riesgos»: a mayores riesgos, se aplicarán normativas más rigurosas.

Siendo la primera propuesta legislativa de esta índole a nivel mundial, tiene el potencial de establecer un estándar global para la regulación de la inteligencia artificial en otras jurisdicciones, al igual que lo logró el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), promoviendo de esta manera la perspectiva europea en la regulación tecnológica a escala global.

Los puntos clave del acuerdo provisional incluyen:

  • Normativas sobre modelos de inteligencia artificial de propósito general de alto impacto que puedan generar riesgos sistémicos en el futuro, así como sobre sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo.
  • Un sistema revisado de gobernanza con ciertos poderes de aplicación a nivel de la Unión Europea.
  • Ampliación de la lista de prohibiciones, con la posibilidad de emplear la identificación biométrica remota por parte de las autoridades policiales en espacios públicos, sujeta a salvaguardias.
  • Reforzamiento de la protección de los derechos mediante la obligación para los implementadores de sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo de llevar a cabo una evaluación de impacto en los derechos fundamentales antes de poner un sistema de inteligencia artificial en funcionamiento.

El documento aprobado incorpora excepciones que posibilitan el uso restringido del reconocimiento facial automatizado, como en situaciones en las que la identificación se produce tras un considerable lapso de tiempo.

Asimismo, podría recibir aprobación para situaciones particulares de aplicación por parte de las fuerzas del orden que impliquen amenazas a la seguridad nacional, aunque únicamente bajo condiciones específicas (actualmente no detalladas).

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Esto probablemente haya generado alivio entre los miembros del bloque, como Francia, que ha abogado por la implementación de vigilancia asistida por inteligencia artificial para monitorear asuntos como el terrorismo y los Juegos Olímpicos de 2024 en París.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han expresado críticas más contundentes respecto a esta decisión.

Debido a que solo se alcanzó un acuerdo provisional, la legislación definitiva aún puede experimentar modificaciones.

Aunque no existe un cronograma oficial disponible, las estimaciones de los expertos en políticas parecen converger: se anticipa que el Acta de Inteligencia Artificial se transformará en ley a mediados de 2024, una vez publicada en el diario oficial de la UE, con todas las disposiciones entrando en vigencia de manera progresiva durante los dos años subsiguientes.

Al haberse alcanzado únicamente un acuerdo provisional, la legislación definitiva aún puede experimentar modificaciones.

Aunque no se dispone de un cronograma oficial, los expertos en políticas coinciden en sus estimaciones: se prevé que el Acta de Inteligencia Artificial se promulgue como ley a mediados de 2024, una vez publicada en el diario oficial de la UE, con todas sus disposiciones entrando en vigencia de forma gradual a lo largo de los dos años siguientes.